El acompañamiento integrativo combina varias herramientas y prácticas terapéuticas para adaptarse a las necesidades que la persona esté transitando en aquel momento de vida. Nos permite hacer un abordaje completo de diferentes aspectos del Ser y con esto, irlos trabajando a medida que avanzamos en el proceso terapéutico.

Para poder abordar e integrar los aspectos emocionales, corporales y espirituales es importante que pongamos consciencia en la conexión inseparable que estos tienen entre sí. Es por eso que disponer de varios enfoques con los que irlos elaborando nos permite descifrar nuestra información en los diferentes lenguajes que irán abriendo diferentes caminos internos para esta comprensión integrativa de nosotros/as.

En general y dependiendo de cada persona, nos situaremos en un eje troncal de trabajo, que nos guía y sostiene el proceso que puede incluir una, dos o más herramientas principales y a ellas las acompañan otras complementarias que sumarán en el momento que se necesiten puesto que, a pesar de tener varias a disposición también es importante tener en cuenta que la integración no será mejor por la cantidad de técnicas trabajadas sino por una buena distribución en el tiempo y el espacio de éstas, para no llenarnos de información y que la que tengamos llegue a buen lugar. Así iremos sintiendo la sensación de bienestar, comprensión y sanación integrativa que es, sobre todo, la intención que aquí tenemos.