TERAPIA
Quiromasaje
El quiromasaje nace en los años 20 gracias al Dr. Lino Ferrandiz. Él profundizó en el estudio de la anatomía y fisiología humana y, desde este conocimiento, desarrolló las maniobras indicadas para aligerar el dolor muscular.
Esta técnica la denominó quiromasaje. Procede de la unión de las voces griegas «quiros»: manos y «masa»: amasar.
El quiromasaje, básicamente trabaja la musculatura para relajarla. Se hace con amasamientos, fricciones, presiones, vibraciones y percusiones.
Con estas maniobras se consigue la flexibilidad de los músculos, puesto que incrementan el flujo sanguíneo por vaso-dilatación. Aportan más oxígeno y ayudan a la distensión de los tejidos musculares y de los tejidos articulares.
Esta distensión sirve para:
- Calmar el dolor
- Prevenir lesiones
- Reducir la inflamación
- Aliviar el cansancio y el estrés
Al mismo tiempo, con el quiromasaje se reduce el nivel de estrés. Teniendo éste y los malos hábitos posturales consecuencias negativas en los músculos provocando contracturas.
Para hacer un buen masaje intentamos averiguar qué necesita cada persona, escuchando los síntomas que presenta e identificando la causa que los provoca. Mirando el metabolismo y estructura corporal del/la paciente podemos calibrar la presión, el ritmo y las zonas a tratar.
Mediante el uso de diferentes técnicas:
- Puntos gatillo: por contracturas crónicas.
- Deep tissue: para aligerar las fascias.
- Digito-puntura: para el estancamiento de energía.
- Movilización articular: para la rigidez.
- Contacto a los órganos: para profundizar en la distensión.
- Aceites esenciales: para relajar.
El quiromasaje también incluye masajes descontracturantes, relajantes, circulatorios y drenaje linfático.
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